Manejo actual de cálculos renales

Si el cálculo representa una amenaza para la salud del paciente, si el dolor se vuelve continuo, o si el cálculo no se expulsa en un tiempo razonable, se puede extraer mediante procedimientos. Entre ellos:

Litotricia extracorpórea

Litotricia extracorpórea

En este procedimiento, las ondas de sonido creadas fuera del cuerpo pulverizan el cálculo dentro del cuerpo.

Ureterorrenoscopia

Ureterorrenoscopia

La ureterorrenoscopia permite al cirujano visualizar y extraer los cálculos a través de la abertura urinaria. Una vez que el cálculo se ha localizado, el cirujano puede asirlo con pequeñas pinzas y extraerlo, o lo fragmenta usando ondas de sonido o láser.

Cirugía renal percutánea

Cirugía renal percutánea

En este procedimiento, a través de una incisión de aproximadamente 1 centímetro en la región lumbar del paciente, se introduce un endoscopio, por donde se realizará pulverización y extracción directa de la masa de cálculos.

Cada uno de estos procedimientos mencionados, tiene una indicación muy específica, dependiendo de las características del cálculo, y de su localización, por lo que la selección de alguna de ellas, dependerá del análisis meticuloso de cada caso en especial.

Cirugía mínimamente invasiva para cálculos

El campo que abarca la cirugía mínimamente invasiva para cálculos se denomina Endourología, y la misma es una subespecialidad dentro de la Urología.

Casi todos los cálculos del tracto urinario pueden ser tratados con éxito con las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, las cuales han evolucionado significativamente en los últimos veinte años. Como resultado, la cirugía que en el pasado requería de una admisión hospitalaria prolongada, ahora se puede realizar como un procedimiento de un “solo día”. Ha sido fundamental para ello, las mejoras realizadas en los equipos de endoscopia, el entrenamiento especializado, y el desarrollo de láseres para la fragmentación de los cálculos.

Se requiere, igualmente, de un enfoque personalizado para el manejo de la litiasis en cada paciente, equilibrando la necesidad de extracción completa de los cálculos, junto con el logro de una recuperación rápida, y pronta reanudación de las actividades normales. Cada técnica tiene sus características particulares, como se describe a continuación.

Cirugía mínimamente invasiva para cálculos

Litotricia por ondas de choque (LEOCH)

Litotricia

La litotricia (LEOCH) utiliza ondas sonoras de alta frecuencia provenientes de una fuente externa (fuera del cuerpo) para romper un cálculo renal en pequeños trozos, y permitir que este pase a través del tracto urinario.

Cirugía Láser con ureteroscopia rígida

Ureteroscopia rígida

La ureteroscopia, es donde un largo telescopio fino rígido se introduce en el tracto urinario superior a través de la vejiga. El diámetro del instrumento es de menos de 2 mm y permite la visualización de la mitad inferior del uréter. Un puerto para instrumentación pequeño, permite la introducción de micro-cestas y las fibras de láser (0,3 mm de diámetro) para manipular y fragmentar cálculos. Esta técnica, solo se utiliza para tratar los cálculos en el uréter, y no puede tratar los cálculos en el riñón.

Cirugía Láser con pieloscopia flexible

Pieloscopia flexible

Pieloscopia es donde una delgada fibra óptica telescopada se introduce en el riñón desde la vejiga a través de la uretra. El diámetro del instrumento es inferior a 3 mm y permite la visualización del sistema de drenaje renal completa, debido a la naturaleza flexible del instrumento.

Contiene, asimismo, un pequeño puerto de instrumentación, que permite la introducción de fibras de láser (0,3 mm de diámetro) para fragmentar los cálculos eficientemente, y micro-cestas (menores de 1 mm de ancho) para recuperar los fragmentos de estos litos. Los cálculos renales de hasta 2 cm de tamaño se pueden tratar utilizando este abordaje.

Nefrolitotomía percutánea (NLP)

Percutánea

La Nefrolitotomía percutánea (NLP) es la técnica de elección para el tratamiento de cálculos de gran tamaño (más de 2 cm de diámetro) en el riñón. Se trata de una cirugía mínimamente invasiva realizada a través de una incisión de 1 cm en la piel que recubre el riñón.