Normalmente los temas que suelo tratar referente a sexualidad afectan a los hombres, sin embargo el día de hoy les quiero comentar al respecto de una patología que atañe a algunas mujeres y que afecta la vida sexual de la pareja, esta es la dispareunia.
Probablemente no hayas escuchado hablar de la Dispareunia, pero si la intimidad con tu pareja y los momentos que deberían resultarte placenteros en realidad son un tormento, quizás padezcas de esta patología, sigue leyendo para descubrir más al respecto.
Una de las razones de que esto suceda es la dispareunia, un trastorno que provoca dolor asociado al coito, por tanto las mujeres con esta dificultad no sólo no disfrutan de esta parte de las relaciones sexuales, sino que las viven con malestar y displacer y puede provocar que incluso tenga miedo a mantenerlas.
No hay un perfil de mujer que tenga más opciones a sufrir dispareunia que otra, pues las causas de esta dificultad pueden ser de diversa naturaleza, algunas de ellas físicas o médicas ante las cuales cualquier mujer puede estar igualmente predispuesta.
La dispareunia a menudo es de difícil diagnóstico. Lo habitual es que cuando una mujer siente dolor acuda a su ginecólogo y si no responde a una cuestión médica muchas mujeres buscan consejo y ayuda en profesionales como sexólogos o fisioterapeutas, entre otros. Debido a esta diversificación de profesionales es difícil estimar la prevalencia de mujeres que sufren dispareunia.
¿Por qué tengo ese dolor?
Las razones de este dolor que impide llevar una vida sexual normal son variadas. Por ejemplo, algunos problemas ginecológicos pueden motivar relaciones dolorosas, como infecciones o la endometriosis, entre otros. Otros motivos son la existencia de problemas dermatológicos en la vulva, que también pueden ser causa de coitos o relaciones genitales dolorosas (vulvodinia o vestíbulodinia).
Sin embargo, una mujer sin problemas de este tipo, puede sufrir dolor en sus relaciones de penetración debido a que no esté teniendo relaciones que favorezcan su placer o su excitación. Los temores o miedos también pueden estar relacionados a que muchas mujeres contraen sin darse cuenta su musculatura perivaginal, dificultando la penetración y provocando dolor. Estos últimos casos son los típicos que vienen a consultar con sexólogas porque su ginecóloga no ha encontrado nada.
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¿Y tiene solución?
La respuesta es sí en la mayoría de casos y conseguir una mejora en otros. Cuando se trata de mujeres con dolor coital debido a miedos o dificultades para lubricar por prácticas eróticas poco adecuadas, desde la terapia sexual hay muchas herramientas y protocolos que tienen muy buenos resultados. Cuando la causa del dolor es médica, la perspectiva de solución depende del problema concreto, pues hay algunos más fáciles de resolver que otros.
Cómo actúo con mi pareja
Este dolor irremediablemente afecta a las relaciones íntimas con la pareja, por lo que mejor es que siempre que hay un problema de dispareunia, lo adecuado es descartar las relaciones de coito mientras se soluciona.
Las relaciones sexuales son para disfrutarlas, no tiene sentido que la mujer sufra. Descartar las relaciones de penetración no significa renunciar al sexo ni al placer.
Para finalizar, si una mujer inicia una relación sexual y está en lugar de ser placentera resulta dolorosa y molestas, debe acudir de inmediato a su ginecólogo para evaluar las posibles soluciones.
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